Unas fotos de boda en Marruecos: Pablo y Oxé
¿Sabes algo? Todas nuestras parejas son especiales. Todas han conseguido hacerse un pequeño huequito en nuestro corazón y en sus recuerdos como fotos de boda. Sin embargo, a veces aparece una pareja aún más especial que el resto.
No sé si podrás recordar, pero hace algún tiempo publiqué un vídeo titulado ‘Oxé y Pablo, una boda en Hacienda Los Parrales’. Fue un éxito sin precedentes, tanto en aceptación como en número de visitas.
Y creo, sinceramente, que esto es debido a la pareja tan especial que lo protagonizó. María José y Pablo son una pareja perfecta, tal y como dejan ver en su vídeo de boda; el amor y la unión que se respiran a su lado son algo mágico.
Sí, es cierto que la boda de la que hablamos fue hace ya un año. Es cierto que quizás —sólo quizás— deberían haberse preparado antes, pero han preferido esperar lo suficiente para estar los dos de acuerdo en cuanto a la postboda.Pablo y María José tienen un especial cariño por Marruecos, sea cual sea la parte de la que hablemos, pero en cuanto a las fotografías de la postboda sólo tenían dudas entre dos sitios, Asillah y Chauen. Quizás por el colorido, quizás por la tranquilidad y la discreción de sus gentes, quizás por los propios recuerdos, al final se decidieron por un lugar tan único como Chauen.
Fue un fin de semana completo, tanto por la amabilidad y la bondad de los anfitriones como por la hermana y una amiga de la novia, los cuales nos acompañaron en el mismo. No contentos con la fama que tienen los alauitas de entregarse desinteresadamente al visitante para ayudar en todo lo que puedan y sepan, Oxé y Pablo nos supieron enriquecer con su desbordante ilusión y su entrega sin mesura, logrando que estos dos días en Marruecos se nos grabaran a fuego en la memoria.
Y vaya que si se nos grabó. Desayunos, almuerzos y cenas a cada cual más pantagruélica, a cada cual más exótica y sabrosa.
¿Lo malo? El clima, que no acompañó. Teníamos la idea de hacer una sesión nocturna, pero la copiosa lluvia nos lo imposibilitó. Tampoco era cuestión de ensuciar el hermoso traje de novia, ¿verdad? Como buen fotografo de bodas me aseguré, sin embargo, de que las esplendorosas mezquitas de Chauen estuvieran bien presentes, enmarcando a tan maravillosa pareja.
Ohhhhh me encantaaaannn!!! Al igual que el fin de semanaaaa
Ole ole y ole los tajines de cabrito….!!!
Fotazos Octavio, lo bueno se hace esperar…. Jajaja.
Excelente trabajo
Muchas gracias
Una ceremonia diferente y especial. Unas fotos preciosas. Si para ti es dificil la seleccion no quiero ni imaginarlo para los novios con esa cantidad de fotos, para mi seria muy dificil. Gran trabajo!! Gracias por compartir e inspirar de una forma tan natural y cercana!! Un saludo