¡Vivan las casualidades! Boda de Alejandro y Mari Carmen
¡Benditas casualidades te ofrece la vida!
Nuestros protagonistas de hoy estaban en el lugar y momento adecuados cuando se conocieron. Alejandro trabajaba en Versailles Cocktails, y Mari Carmen frecuentaba ese lugar. Y claro, cuando dos almas están destinadas a estar juntas… ¡se terminan encontrando!
Hace aproximadamente un año, ambos asistieron a la boda de un familiar de Carmen… pero ella no esperaba que Alejandro ¡le pidiera matrimonio delante de toda su familia! Sin lugar a dudas, aquella fiesta se convirtió en una doble celebración. El 17 de junio de 2017 tuvo lugar su boda, de la que ahora os vamos a contar todos los detalles.
Carmen lucía un maravilloso traje diseñado por ella de corte sirena, en crepé y gasa, con espalda descubierta y rematado con un broche de plata vieja.
Los zapatos de boda eran unas sandalias de Membur, el modelo Alexandra para ser más exactos. ¡Parecían de princesa!
Su peinado de boda estuvo en manos de Rogelio & Pedro Peluqueros, quienes realizaron un trabajo espectacular rematado con una peina de Elena Bernal.
Llevaba el anillo de pedida de su madre, junto con la alianza y los pendientes de su amiga Araceli. El maquillaje, sencillo y sofisticado, fue realizado por Mª Dolores Perejón.
El ramo de novia tenía que ser algo especial… y así fue. Llevaba peonias blancas entremezcladas con rosas, y un broche con una foto muy especial: la única foto que Carmen tiene con su abuela Dolores. Fue realizado por la Floristería Calas. Más tarde, en la celebración, Carmen lo lanzó y fue recogido por María Vázquez, la novia de su primo.
Alejandro también quiso poner su talento en el día de su boda, y diseñó sus propios zapatos, llevados a la realidad después por La Curtidería. ¡Eran geniales y únicos!. También diseñaron ellos mismos sus invitaciones, pues no querían dejar al azar ningún detalle.
Fue una ceremonia civil preciosa, celebrada en Las Minas de Golf (Aznalcázar), donde también celebraron luego el convite bajo el servicio de QM Catering. ¡Todo quedó maravilloso!
Ya pasados todos esos momentos especiales, los cuales recuerdan con muchísimo cariño, nos dieron encarecidamente las gracias por haber sido partícipes de su gran día inmortalizando cada instante. Carmen nos comentaba que jamás olvidará el momento de llegar a la puerta de su casa mientras su padre la esperaba, llegar donde la esperaba Alejandro, las lecturas que se realizaron en la ceremonia… ¡y el cierre de la barra libre!
Fue todo un placer poder estar con vosotros en cada momento de vuestra boda, viviéndolo a través de nuestro objetivo para que cada instante quede para la posteridad. ¡Que vivan los novios!
Enhorabuena, Alejandro y Mari Carmen… ¡que seáis muy felices!