“De mujer a princesa”. Fotos en la casa de la novia
¡Y por fin llegó el día tan esperado! Abres los ojos por la mañana y piensas ¡Hoy me caso!
Después de pasar una noche con nervios y no poder dormir, llega el momento de levantarse con el pie derecho y arreglarse para este día tan especial.
Rodeada de familiares y amigas, la novia comienza a prepararse dándose una relajante ducha y percatándose que todos sus enseres están dispuestos sobre su cama, para posteriormente poder vestirse como una princesa.
Más tarde, empiezan a llegar los peluqueros y maquilladores para definir cuáles serán los peinados y maquillajes apropiados para la protagonista de este día.
Una vez peinada y maquillada, llega el momento más esperado por las féminas del grupo: el momento de vestir a la novia.
Entre lágrimas y risas nerviosas, sus amigas, madre, tías o primas comienzan a colocarle adecuadamente el vestido que la convertirá en una preciosa princesa. Además, llega el momento complicado de ponerle los pendientes o pulseras que tan laboriosos son de cerrar o encajar porque se nos escurren de las manos temblorosas.
Por último, llega el momento de entregarle el ramo de flores a la novia, que se dirigirá con paso firme a encontrarse con el amor de su vida del brazo de su padre.
Pendientes de todo ello, nos encontramos nosotros, los fotógrafos de la boda, retratando estos momentos tan entrañables de la mejor forma posible. Diferentes muestras de cariño se recogen en fotografías que acaban emocionando una vez que pasa el día de la boda y parecen hablar por sí solas.
Por último, sale de su casa y se sube en el coche que la llevará al lugar donde se oficie la boda civil o religiosa. Y hasta aquí…ya todo son emociones de los presentes, que esperan con ansia la llegada de una novia deslumbrante y feliz por casarse con la persona a la que ama.