Cuando zarpa el amor, nuestro corazón se pone de fiesta… ¡una fiesta que no cesa jamás! Y es que nuestros protagonistas, Raúl y Elena, se conocieron allá por el 2010 en una fiesta con unos amigos. ¡¡Las casualidades existen!!

Siete años después, un 17 de junio, ambos decidieron que era el día perfecto para que su amor llegara a la cumbre: ¡se casaban! Un día soñado para cualquier pareja que se ama de verdad.

En ese día tan especial, Raúl llevaba un traje de chaqueta azul, con corbatín y pañuelo a juego en tonos azul y blanco de cachemira… todo de la firma Protocolo.

Elena, por su parte, ¡iba radiante de felicidad! Lució un bonito vestido blanco, de corte de sirena que combinaba la seda y el encaje… de la maravillosa casa Pronovias.

También optó por unas sandalias de tacón en color nude, de Zabol… algo muy especial porque fueron regalo de su abuela. Como complementos, llevaba unos pendientes de Swarovski y una preciosa pulsera de Pandora… regalada por su tío.

Ambos llevaron su alianza después del matrimonio, de oro blanco… regaladas por la hermana de Elena. ¡Un regalo con mucho gusto!

El ramo de novia fue elaborado por Manuela de los Santos, elaborado con flores preservadas en tonos pasteles… muy en la línea de lo que llevaba Elena en su día especial. De hecho, fue tan especial que se lo entregó a su hermana… un momento de lo más emocionante, pues le hizo entrega para que le diera suerte y con la ilusión de que ella se case con ese mismo ramo.

Tras la bonita ceremonia en la Parroquia Nuestra Señora de Consolación (Aznalcóllar), los invitados y los novios se trasladaron a la Hacienda Santa María, en Villanueva del Ariscal. Ya allí, el Catering QM se encargó de un trato excelente tanto en la parte gastronómica cono en el trato persona… ¡¡una de las mejores elecciones que los novios tomaron!!

Las invitaciones de la boda fueron realizadas por Mari Carmen Romero Sánchez, que además se encargó de la decoración de la boda… Junto con la Floristería Los Girasoles, de Aznalcóllar, que se encargó del arreglo floral de la Iglesia y del coche.

Nos cuenta Elena que jamás olvidará llegar a la Iglesia y ver a todos sus amigos y familiares… y Raúl, en el altar, esperándola. ¡¡Como un sueño!! Porque además, al acercarse, de la emoción a Raúl se le escapó un ‘estás guapísima’…

Nuestros queridos novios, después de un día tan especial, nos contaron que sintieron mucha nostalgia al ver cómo habíamos capturado tantos momentos especiales.

¡¡GRACIAS a vosotros por confiar con Acuarela Fotógrafos para inmortalizar vuestro gran día!!