“Cuando menos te lo esperas…” | Boda de Ángel y Noelia
Lo curioso del amor, es que no se sabe cuándo va a suceder… hasta que sucede. Como decía Federico Moccia: “el amor es como un rayo, no se sabe dónde va a caer hasta que ha caído”.
Y eso es lo que le ocurrió a nuestros protagonistas de hoy, Ángel y Noelia, que se conocían desde siempre… pero hasta octubre de 2013 no quiso el destino que comenzaran su andadura hacia una vida juntos.
Tan grande era su amor, sin dudas ni titubeos, que sin darse cuenta estaban poniendo fecha, concretamente el 11 de noviembre de 2017, y eligiendo salón de celebración. ¡No hizo falta ni pedida! Porque así es el amor… sencillamente, ocurre.
Noelia llevaba un vestido muy sencillo y elegante, de la firma Rosa Clará. Las joyas de su gran día y el anillo de pedida eran de la firma MAEVE, también elegidas con gran elegancia y discreción. Sus zapatos, preciosos y cómodos, eran de Nuria Cobos.
La peluquería y el maquillaje no se quedaron atrás en sencillez y elegancia, de la mano de Inma Morera y Ana Belén López, respectivamente. ¡Nuestra novia sabía muy bien lo que quería! Los arreglos florales de la boda y el ramo de Noelia, el cual se quedó para secarlo y guardarlo, fueron de Floristería Esencias.
Llegó la hora de la ceremonia religiosa, que se realizó en un lugar mágico: la Ermita de Nuestra Señora de Consolación (Carrión de los Céspedes). Y tras una preciosa misa… ¡ya eran marido y mujer!
La celebración se dio en la maravillosa Hacienda Mejina (Espartinas), de la mano del Catering Saboga, que estuvo genial y atento para que tanto nuestros novios como sus invitados pasaran una gran velada.
Las invitaciones fueron obra de Busquets, y los meseros y minutas del mismo catering… aunque tenían una particularidad pedida por nuestros novios: cada mesa llevaba el nombre de algún punto emblemático del Camino del Rocío de la Hermandad de Carrión, muy importante para Noelia y Ángel.
Recuerdan con gran cariño este día tan especial… aunque destacan como momento mágico su baile final rodeados de todos sus amigos y familiares, mientras sonaba “Pájaros de barro”. Al fin y al cabo, es lo que queda… ¡los momentos!
En Acuarela Fotógrafos nos alegra ver que os emocionáis cada vez que recordáis cada momento de vuestra boda a través de nuestras fotografías. ¡Fue todo un placer trabajar con vosotros! Enhorabuena pareja.