Una boda en julio para muchos puede ser una locura, sobretodo si esa boda acontece en una de las zonas más calurosas de la geografía española, pero para otros tantos, pronunciar el “Sí quiero ir ContigodeBoda” en el mes 7; el número sagrado, el número perfecto, el número que nos confiere fuerzas, sabiduría y que nos permite contemplar como todo lo que deseamos se hace realidad… es sinónimo de que “todo, irá muy bien” y eso es lo que debieron pensar nuestros protagonistas, Mari Paz y Fernando, al elegir el 31 de julio para jurar su amor.

Cuando comenzaron a planificar el gran día tenían muy claro que querían una boda entrañable, una “acuarela” de amigos y familiares, una boda en definitiva que presumiera de esa intimidad gustosa de la que gozan los que se conocen bien. Y con esa idea previa, nuestros jóvenes casamenteros, comenzaron a organizar el enlace dejando clara constancia del amor verdadero que se profesan. Por ello, no fue difícil que todo el mundo se sintiera como en casa, incluido este que les escribe, una circunstancia propiciada a su vez por el lugar elegido para el “primer baile como marido y mujer” el sereno enclave del antiguo seminario de Pilas, el complejo de Lantana Garden, un verdadero “refugio” de remanso y paz ubicado en la hermosa comarca de Doñana, que acogió el banquete nupcial de esta historia de amor.

El esmero vino de la mano de los profesionales de QM Catering, que en todo momento estuvieron atentos a las peticiones de los que allí nos congregamos, verdaderos profesionales de la hostelería que destacaron por la calidad y la excelencia de sus platos.

En definitiva, una de esas bodas que Acuarela Fotógrafos califica de excepcional, bodas que marcan y que dejan una huella imborrable en las fotografías que capturamos y que hoy compartimos con todos vosotros.

Felicidades pareja y gracias por permitirnos estar con vosotros.