Fotografías en la casa de la novia. ¡Preparativos y nervios!
Amanece el día… llenito de ilusiones, ¡y de colores! La novia abre los ojos, y mira por la ventana: luce el sol. ¡Será un día inolvidable!
Su madre ya la está esperando… está más nerviosa que ella. ¡Que comiencen los preparativos! Un buen desayuno para coger fuerzas, y un gran café para disimular esas horas en las que no hemos podido dormir.
En un rato llegará la peluquera, que empezará a colocar con mimo cada mechón de cabello de la novia. Un recogido, un peinado desenfadado, una trenza, miles de complementos… pasadores, flores, brillantes. ¡Cada detalle cuenta! Y en un día tan especial… ¡más!
Y mientras los nervios van aumentando, y la hora acerándose, llega la maquilladora. Un maquillaje sencillo, pero que realce la belleza natural de la novia. ¡Irá preciosa! Es su día, y su futuro marido se emocionará al verla.
Aunque… seguro que su padre se emociona mucho antes. ¿Acaso alguna vez una mujer deja de ser “la niña de papá”?
¡Llegan las damas de honor! Empieza la locura en la habitación de la novia. Fotos, risas nerviosas, primeras lágrimas… y toca vestirse.
Entre todas, van colocando el vestido de novia.
tan exquisitamente elegido para la ocasión. Y qué especial es ese momento de colocarse los zapatos… cómo no, firmados por sus amigas. ¡Quedará para la posteridad tras nuestro objetivo!
Últimos retoques, joyas elegidas con gusto expresamente para la boda… ¡Venga, que el brazo de su padre la espera!
Y cuando bajas la escalera, y sales a su encuentro… la emoción ya está a flor de piel. “No me sueltes, papá”… hace que un “nunca, siempre estaré contigo” salga de su boca. ¿Quién puede no emocionarse ante algo así?
En Acuarela Fotógrafos tenemos la gran suerte de ver y vivir innumerables momento como estos… pues sois muchas parejas las que contáis con nuestros servicios. ¡Y no sabéis lo agradecidos que estamos!