Andrè Katché, un afamado chef francés muy reconocido, valorado y condecorado por la estética innovadora y el sabor de sus creaciones “emplatadas” afirma que la razón de su éxito reside en pensar sus platos con sentimiento, trocearlos con corazón y elaborarlos con emoción. Ingredientes que convierten a las exquisiteces de Katché en únicas, irrepetibles y auténticas.

No sabemos si Inma y Antonio tomaron prestados los consejos del afamado chef para el día de su enlace, pero lo cierto es que se trató de una boda singular, especial y muy amorosa. Una boda distinta, de esas que permanecen durante mucho tiempo en el recuerdo de los invitados y los protagonistas por tratarse de una ceremonia alejada de los patrones y los corsés habituales.

La historia de Inma y Antonio comenzó tiempo atrás en una playa onubense, y quizás fue por ese olor a espuma de mar que impregnó el prólogo de su relación, que decidieron continuar escribiendo su novela en un romántico restaurante de la costa malagueña, rincón escogido por Antonio para expresarle a Inma su particular y divertido “yo quiero estar Contigo de boda” en forma de anillo de pedida diseñado por Joaquín Cerpa.

Y llegó el día del “Sí quiero” el 4 de junio en el espartinero Santuario “Nuestra Señora del Loreto” paraje que se convirtió en testigo de excepción de esta ceremonia rebosante de sensaciones que cobraron vida y movimiento de la mano de los profesionales de Acuarela Fotógrafos.

Los amigos y familiares que compartieron con los novios el gran día y que ya se habían sorprendido gratamente tiempo atrás cuando recibieron sus invitaciones para el enlace matrimonial (Copyfax), quedaron asombrados con el vestido que Inma lucía creado con tejidos exclusivos por la diseñadora sevillana María Palomo. La fascinación de todos los presentes se hizo aún mayor por la comodidad y elegancia que destilaban a cada paso los hermosos zapatos de la novia y que responden a la autoría de Pedro Miralles.

Blanca, Inmaculada, y radiante con un ramo de flores elaborado por el genial equipo de Alondra Floristería, disfrutó de su primer paseo estrenando estado civil junto a su ya marido Antonio por los jardines, apacibles y serenos, de la Hacienda Santa María, un enclave privilegiado que acogió el gran banquete elaborado y personalizado de Catering las Torres.

En definitiva un gran día, el día de la boda de Antonio e Inma, una acuarela de instantes de colores, que seguro se convierte en uno de los capítulos más conmemorados por los protagonistas, autores de su historia de amor; Como por los invitados, lectores de la misma, y testigos privilegiados del triunfo de los “te quiero” verdaderos.

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