Álvaro y Arturo, los príncipes valientes
…dos personas únicas, irrepetibles, inigualables, que derrochan muchos valores que los definen: bondad, sinceridad, espontaneidad, fortaleza, sensibilidad, generosidad…pero por encima de todo, poseen VALENTÍA.
El amor tiene formas muy curiosas de unirnos. ¿Quién iba a decirles a Álvaro y a Arturo que sus caminos se cruzarían de esta manera? Cuando se conocieron en Las Sirenas, tal vez aún no lo sabían, pero los hados les reservaban el mar para un fin muy especial: ser testigo de su unión.
Dicen que Nueva York es la ciudad que nunca duerme, pero para Álvaro y Arturo siempre será la ciudad que tuvo el privilegio de escuchar cómo nacía una promesa de sus labios, una ilusión, un proyecto. Si Nueva York os parece un lugar romántico, esperad a conocer el maravilloso paraje en Sanlúcar de Barrameda que Álvaro y Arturo escogieron para celebrar el día más importante de sus vidas, El Charruado, una hacienda junto al mar.
Los nervios previos a la boda son como el rocío que anuncia un nuevo día y las ganas de vivirlo es tan fuerte como el corazón que se sabe enamorado. La felicidad que asoma al brillo de la mirada de Álvaro habla del anhelo de un amor que no espera más porque se rindió a la canción de la risa de Arturo.
La belleza de sus manos, de sus besos y de sus corazones son admiración y respeto para los que los acompañan en su viaje. Familia y amigos rodean a una pareja tan especial como ellos, auténticos baluartes del amor.
Las huellas que Álvaro y Arturo dejan en la arena son las huellas de una vida que empieza con paso firme y valeroso, un sueño que se cumple y que deja atrás un instante para convertirse en alas de algo nuevo y libre, como los globos blancos que nos liberan de los miedos y se alzan en el cielo estrellado desafiando al mundo, en compañía de los mejores deseos.