El mejor fotógrafo de bodas del mundo
El exclusivo título de “el mejor fotógrafo de bodas del mundo” es ostentado actualmente por la revista ¡HOLA! Todo retoques y Photoshop para que cualquier parecido con la realidad sea pura coincidencia. Pero, ¿dónde está el amor, la magia, la complicidad, el alma de la pareja?
Solo aquellos que nos dedicamos profesionalmente a inmortalizar el día más importante de vuestras vidas a través del arte fotográfico sabemos captar algo que se suele perder cuando se busca la falsa perfección: la natural belleza primigenia, esa que va más allá del artificio, más allá del espacio, más allá de lo que se ve… En Acuarela Fotógrafos atrapamos mediante la imagen la esencia misma del momento, una imagen capaz de mostrar lo que es invisible a los ojos.
Albert Einstein decía a menudo que el talento es 10% genio y 90% trabajo. No podría estar más de acuerdo con esta afirmación. En realidad, todas las personas que han despuntado en cualquier ámbito de la vida confiesan que la inspiración, el duende o el talento es importante, pero no tan importante como todo el esfuerzo y trabajo duro que hay detrás de cada logro.
Desde Mozart a Rafa Nadal, el trabajo es la clave del éxito. Para conseguir el título de “el mejor fotógrafo de bodas del mundo”, la práctica y la labor continuas son la llave que abren las puertas del éxito profesional en una carrera artística. Un buen material, una buena cámara, unos buenos modelos en un marco incomparable se suman al talento, pero hay que trabajar mucho para saber explotar todo esto y obtener resultados satisfactorios.
Conocer a la pareja que ha confiado en nosotros, hacerla sentir cómoda, conseguir que se abra a nuestro objetivo y saber qué les agrada. Estudiarlos y dedicarles nuestra atención exclusiva hará que sus fotos de boda no solo sean el recuerdo de un día, sino el relato de una historia de amor llena de emociones que solo los profesionales somos capaces de atrapar. Eso tal vez sea lo que nos haga merecedores del título “el mejor fotógrafo de bodas del mundo”, no para Isabel Preysler, pero sí para la pareja que nos dio su confianza.